Un paseo por Sepúlveda 1 - Actualiza Estilo

Un paseo por Sepúlveda. Es un municipio y villa española de la provincia de Segovia, en la comunidad autónoma de Castilla y León.

Cuenta con un gran número de monumentos, muchos de ellos declarados Bien de Interés Cultural. Su rico patrimonio, tanto civil como religioso, motivó su declaración como Conjunto Histórico-Artístico en 1951 y forma parte de la asociación Los pueblos más bonitos de España.

Esta situada en el entorno del parque natural de las Hoces del Río Duratón, en la localidad se encuentra el centro de interpretación del parque.

Por sus calles se puede admirar las casas y edificaciones todas hechas de piedras, jardines dentro de patios muy antiguos, con sus puertas de hierro. Es fascinante como esta localidad nos transporta hasta siglos muy remotos.

Hacer turismo en Sepúlveda

Sepúlveda se encuentra junto al Parque Natural de las Hoces del Duratón, donde se pueden ver la ermita de San Frutos, el Convento de la Hoz y los preciosos meandros del Duratón con su reserva de buitres.

Pero además de toda la belleza que tiene en su patrimonio, en las Hoces del Duratón se puede realizar senderismo, preciosos paseos por el entorno del Duratón y excursiones en piragua.

Patrimonio de Sepúlveda

Sus monumentos más importantes son:
El Castillo de Fernán González que viene siendo el castillo de Sepúlveda, fue una fortaleza romana, una alcazaba árabe, y reconstruida en tiempos del conde Fernán González. Está incluido en la Lista roja de patrimonio en peligro de la asociación para la defensa del patrimonio Hispania Nostra.

La antigua cárcel de Sepúlveda, en ella se encuentra, actualmente, la Oficina de Turismo de la localidad.

La Casa del Conde de Sepúlveda, es una de las muchas casas-palacio de la villa.

La Casa de los Proaño, conocida popularmente como Casa del Moro, es una casa-palacio.

De este esplendoroso pasado medieval de Sepúlveda, han perdurado muchos templos románicos: La Iglesia de San Pedro, la Iglesia de la Virgen de la Peña, la Iglesia de San Bartolomé, la Iglesia de San Salvador, la Iglesia de San Justo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Iglesia de Santiago.

Fiestas tradicionales en Sepúlveda

La preciosa localidad de Sepúlveda realiza fiestas durante todo el año.
La Fiesta de Los Fueros. Se celebra el tercer domingo de julio. Engalanan las calles y plazas con estandartes, mercado medieval, iluminación de la villa con antorchas, actuación de música y teatros callejeros . Conmemora el fuero otorgado a la villa por el conde Fernán González.

El Diablillo. El 23 de agosto a las 10 de la noche, se apagan las luces de la villa y bajan, por la bella escalinata de la iglesia de San Bartolomé, seis mozos, por turnos, disfrazados de Diablillos con luces a ambos lados de la cabeza dando “escobazos” al gentío para recordar que, según la tradición, es la única noche del año en que San Bartolomé deja correr a sus anchas al Diablillo. Tras 20 minutos de carreras y caos, salen los seis Diablillos juntos para realizar la última carrera y subir, la escalera de la iglesia de San Bartolomé, momento en el que se enciende el alumbrado y la fiesta inunda las calles de Sepúlveda.

Fiestas de los Toros. El último fin de semana de agosto, conocidas entre los sepulvedanos como las de “Los Santos Toros”. En ellas destacan las peñas, que tienen sus locales en cuevas naturales, los encierros de toros y novillos, los encierros infantiles, las charangas, corridas de toros y las orquestas.

San Miguel. El 29 de septiembre se celebran las fiestas en honor de la Patrona de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda “la Virgen de la Peña”.

Minerva. Una tradición de gran belleza y que data de los tiempos medievales es la llamada Misa de Minerva, que la Cofradía del Corpus Christi celebra el tercer domingo de cada mes y que consiste en una misa en la Iglesia de El Salvador.

Gastronomía

La gastronomía típica sepulvedana tiene una larga tradición en el cordero asado, el cordero lechal asado hecho en horno de leña, la sopa castellana y el bacalao. En repostería destaca el ponche segoviano o los “bollos de la tierra”.