Visita a La Granja de San Ildefonso 1

Una visita a La Granja de San Ildefonso

Una visita a La Granja de San Ildefonso es un espectacular viaje al pasado, ante todo es un “Real Sitio”. El municipio fue declarado conjunto Histórico Monumental y es una de las mejores muestras del esplendor monárquico del siglo XVIII, su Palacio Real, la Real Fábrica de Cristales y los espectaculares jardines de aires versallescos son buena muestra de ello.

La Granja esta situada a unos 80 kilómetros de Madrid y tan sólo a 10 kilómetros de Segovia.

Los jardines del Palacio de La Granja de San Ildefonso

Es un sitio rico por su entorno natural y un importante patrimonio cultural. El primer Rey que adquirió La Granja, fue Felipe V, llamado el Animoso, primer Rey de la dinastía Borbón de España.

El Palacio se puede visitar, recorrerlo, admirando sus riquezas y conociendo su historia. Tiene varias dependencias y tiene una forma de U.

La manera tan exquisita de su mantenimiento, la forma de cortar los arbusto, esa maravillosa experiencia de estar caminando y disfrutar de un día en plena naturaleza, no tiene precio.

Embalse de la Granja

La Granja tiene una extensión de más de 146 hectáreas, entre bosques y zonas ajardinadas, 26 fuentes monumentales, un laberinto de estilo francés, y un enorme estanque de agua, conocido como “El mar”, que abastece las fuentes de los jardines y luego llega a la población. Es impresionante ver como se refleja en sus aguas toda la naturaleza que aporta este paisaje.

Las fuentes de La Granja

Se puede visitar la Granja todo el año, pero en los meses de verano, Mayo, Junio y Agosto, se pueden ver las esculturas de color bronce y las fuentes con sus chorros de agua, de aproximadamente 50 metros de altura, refrescando el clima y a las personas que van a admirar esta belleza.

Las esculturas representan dioses, ángeles y cantidad de figuras de la mitología clásica, con una impresionante precisión, están elaboradas en plomo para protegerlas de la corrosión y pintadas de color bronce, imitando el estilo de Versalles.

Sus árboles milenarios, de una altura impresionante se encuentran en toda la extensión de La Granja y es un paseo tan agradable que no podremos dejar de ir todos los años. Se pueden ver las montañas de la Sierra de Guadarrama desde cualquier ángulo y es un placer pasear durante horas para recorrerlo por completo.

Sin importar la estación del año, ir a La Granja es ver la naturaleza con sus cambios, dependiendo de la estación del año, pero siempre en su pleno esplendor. En primavera, las flores de diferentes colores. En verano, refrescarnos con los chorros de agua. En otoño, el color marrón, dorado, de sus árboles. En invierno, la blancura del ambiente y un clima agradable.